La columna de Relaño de hoy es el enésimo intento de desestabilizar al Barcelona. Lo que hace unos días era alabado en el mismo diario para el Madrid, como lo es el hecho de tener dos jugadores por puesto, en el Barça es símbolo de querer echar al titular. Es decir, si el Barça llega a fichar a Bruno, ex del Almería y ahora en el Valencia, sería porque el entrenador no está contento con Alves (¿?). Es un total sinsentido. Pero no, resulta que el Barça quería fichar un 11 no por necesidades de plantilla, sino porque no está satisfecho con el rendimiento y el ego (¡!) de Thierry Henry. El francés, protagonista de tantos enredos y declaraciones incendiarias.
Si Relaño realmente piensa que el Barça habría contactado con Riera para sustituir al galo es que algo no funciona bien en su mente. Si tú mañana eres Pep Guardiola y te dan a elegir entre el ex espanyolista y el 14 del Barça, seguramente soltarás una buena carcajada ante tal decisión y más después del temporadón que ha hecho Henry. Pero no. Laporta quería dejar el cargo sacando a Henry para traer a Riera. Una gran herencia que sería comprendida por todos los aficionados. ¿Qué hubiera dicho Relaño en esa situación? ¿Hubiera alabado el cambio? No, probablemente lo hubiera criticado. Luego, ¿por qué se descuelga ahora con esta columna? Estamos en un periodo sin fútbol de clubes y algo hay que escribir. Podría haber hablado de la venta de Robben, o del trato a Sneijder, Van der Vaart o Huntelaar, o cómo se intenta liquidar todo lo que huela a la anterior presidencia. Pero no, prefiere decir que el Barça "no está feliz con Henry". Increíble.
Parece que Relaño niega al Barça la posibilidad de doblar puestos en su plantilla, o relaciona esa necesidad con el descontento que sufre ante el jugador titular de esa posición. Y cuidado que han subido a Pedro del filial porque quizá no estén contentos con Messi. Me imagino que lo ideal para Relaño será que el Barça inscriba a 11 jugadores como plantilla. Si se lesiona alguno, juegan con 10 que total ahí está el Villarato para ser la red que evite la caída de los culés. Y así no habrá nadie descontento y Relaño podrá sentirse moralmente liberado de la obligación de escribir sobre egos y felicidad del Barça. Porque alguien tendrá que informar del descontento con Henry, ¿no?
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