jueves, septiembre 03, 2009

El hijo pródigo

No entiendo la manía que, verano tras verano, entra a la prensa deportiva catalana con el mismo tema. Cesc Fábregas, "vuelve a casa". Desde que triunfó en el Arsenal hará unos 4 años, cada verano se dice que Cesc es objetivo del Barça y que el club hará una oferta a Wenger que éste siempre acaba rechazando. Ahora incluso se dice que puede acabar viniendo en enero, a media temporada y con el Arsenal seguramente en liza aún por todos los títulos (siempre llegan bien a enero en la Premier y en la Champions tienen el grupo más asequible). Además, sería gastar un dineral por un jugador que no puede jugar la Champions. Pero si este invierno no llega, posiblemente llegará en el verano después de que todos los periodistas hayan afirmado y reafirmado que Rosell lo tiene atado si gana las elecciones.

Y yo sigo sin ver a qué viene tanto jaleo por el jugador. No negaré su grandísima calidad, pero es un jugador que tiene el perfil del mediapunta, cosa que en este Barça no existe. No dudo que se pudiera adaptar al interior, pero eso sería mandar al banquillo a Xavi o Iniesta, porque alinear a los tres juntos sería un suicidio defensivo, ya que de los tres sólo Iniesta ha jugado con éxito en el pivote, aunque en casos muy esporádicos y en situaciones muy determinadas, ya que su físico le incapacita para cumplir en esa función en la mayoría de partidos. ¿Por qué gastarse 40 millones para sentar a Xavi o Iniesta que han demostrado ser la mejor dupla en el centro del campo del mundo? ¿Aceptaría Cesc, que vendría como capitán del Arsenal, entrar en una rotación en la que jugara, por ejemplo, 30 partidos de titular de 60 posibles al año?

Además, luego está el factor 'ético', si realmente se puede llamar así. El chaval se fue aprovechando un vacío legal y de poder (cuando aún no había entrado Laporta al cargo del club y no había nadie con poderes en el club) para irse, raudo, al Arsenal sin dejar dinero en las arcas del club. Ahora que las cosas van mejor aquí y en Inglaterra el Arsenal perdió su peso, quiere volver al club de sus amores. Y no es el caso de Piqué, que vino por 5 millones de €. Él costaría no menos de 40, cuando se fue sin dejar un euro en la cuenta culé, cosa que después la FIFA subsanaría en parte con los derechos de formación (en cualquier caso irrisorios). Yo lo tengo claro: si quiere volver, que agote su contrato o que sea por menos de 15 millones. Pagar una millonada por un jugador que se fue por su propia voluntad en un momento crítico del club sería un pésimo ejemplo a los chicos de la cantera que se quedaron y lucharon por subir al primer equipo.

1 comentario:

Rafadalton dijo...

Supongo que el club se niega a asimilar que un canterano triunfe fuera del Barça. Es atípico. Pero no te falta razón, pagar 40 kilos por repescar a un canterano duele. Pero claro, si los vas a pagar por otro jugador que no se va a adaptar igual de bien...

Y deportivamente, hay que pensar que Xavi tiene 29 años, i Cesc 22. No está mal que se vaya pensando en un futuro recambio, ya que es una pieza imprescindible en el juego blaugrana y que muy pocos pueden desempeñar.

En definitiva, yo sí lo fichaba, pensando en la futura retirada de Xavi. A no ser que Thiago nos sorprenda con una progresión espectacular...