Ha vuelto el Barça. Ha vuelto el Barça de las grandes noches. Ha vuelto el Barça... de la Champions. No es el Barça que ganaba 3-0 a Osasuna, 5-0 a la Real, 1-4 al Betis... No, es el Barça del 0-1 en San Siro, del 1-2 ante el Chelsea en Stamford Bridge. El Barça que ganaba sus partidos a través de la solidez atrás y la paciencia arriba. Porque hasta el 28 de la segunda parte el partido era un soporífero 0-0. El Sevilla, que ganó 1-5 en el Bernabéu, ha sido secado completamente por un Barça magnífico en defensa, con un Touré estelar y el Deco de las grandes noches, con una pareja de centrales enorme, que solamente cuando se ha roto ha llegado el gol sevillista a través de una empanada de Oleguer.
Me siento muy satisfecho con el Barça. 4 partidos de Liga, 8 de 12, 1 gol en contra. Es muy importante ser muy duros atrás, los puntos se consiguen dejando la puerta a 0 y arriba acaban llegando los goles. Se han disipado todas las dudas sobre la adaptación de Touré, que se ha reconvertido en un fantástico mediocentro, al nivel de los mejores, y poco a poco Henry intenta escampar las dudas sobre la suya. No está a su máximo nivel, obviamente, pero va entrando poco a poco. El juego de Henry es de contraataque puro, de velocidad y electricidad, y el de esta noche y el de muchas noches más será de juego estático, donde Henry tiene que readaptarse a boya para pivotar y abrir, cosa que cada vez hace con más acierto, esperando agazapado su ocasión de salir en velocidad y morder. Tercer palo en cuatro partidos, acabará marcando, tanto goles como la diferencia.
Acabo ya hablando del gran protagonista de la noche: Messi. Me recuerda a los inicios de Ronaldinho: llegará hasta donde él quiera. Si se deja querer y caer, acabará tirando un año entero - o más - como Ronaldinho. Si quiere, llegará a ser, si no lo es ya, el mejor del mundo y marcará época, sólo cuenta con poco más de 20 años. Hoy le ha dedicado sus dos goles al gran ausente, a él, al de la sonrisa que ya no luce tanto. Ronaldinho hoy ha estado en el césped del Camp Nou, llevaba el número 19. Esperemos que lo volvamos a ver con el dorsal 10 en la espalda.
Barça 2 - 1 Sevilla
De lo malo, lo peor: nada destacable, partido muy correcto por parte de los dos equipos.
Lo peor: el despiste en el gol del Sevilla, la defensa se lo come.
Lo mejor: la imagen que da el equipo de solidez.
De lo bueno, lo mejor: Messi.
Me siento muy satisfecho con el Barça. 4 partidos de Liga, 8 de 12, 1 gol en contra. Es muy importante ser muy duros atrás, los puntos se consiguen dejando la puerta a 0 y arriba acaban llegando los goles. Se han disipado todas las dudas sobre la adaptación de Touré, que se ha reconvertido en un fantástico mediocentro, al nivel de los mejores, y poco a poco Henry intenta escampar las dudas sobre la suya. No está a su máximo nivel, obviamente, pero va entrando poco a poco. El juego de Henry es de contraataque puro, de velocidad y electricidad, y el de esta noche y el de muchas noches más será de juego estático, donde Henry tiene que readaptarse a boya para pivotar y abrir, cosa que cada vez hace con más acierto, esperando agazapado su ocasión de salir en velocidad y morder. Tercer palo en cuatro partidos, acabará marcando, tanto goles como la diferencia.
Acabo ya hablando del gran protagonista de la noche: Messi. Me recuerda a los inicios de Ronaldinho: llegará hasta donde él quiera. Si se deja querer y caer, acabará tirando un año entero - o más - como Ronaldinho. Si quiere, llegará a ser, si no lo es ya, el mejor del mundo y marcará época, sólo cuenta con poco más de 20 años. Hoy le ha dedicado sus dos goles al gran ausente, a él, al de la sonrisa que ya no luce tanto. Ronaldinho hoy ha estado en el césped del Camp Nou, llevaba el número 19. Esperemos que lo volvamos a ver con el dorsal 10 en la espalda.
Barça 2 - 1 Sevilla
De lo malo, lo peor: nada destacable, partido muy correcto por parte de los dos equipos.
Lo peor: el despiste en el gol del Sevilla, la defensa se lo come.
Lo mejor: la imagen que da el equipo de solidez.
De lo bueno, lo mejor: Messi.