domingo, noviembre 25, 2007

La importancia de la estrategia

Ayer el Barça abrió la lata con un córner. Quien piense que era una jugada ensayada que se desengañe pronto: la estrategia es lanzar al bulto y a rezar por si hay suerte. Ayer Milito marcó en el decimosegundo córner de los azulgranas. El equipo sacó trece en total. Podríamos casi asegurar que los tres puntos de ayer se deben, en gran parte, a ese cabezazo magnífico de Milito que rompió el partido que sentenciaría Bojan dos minutos después.

Sin embargo, el Barça es una máquina de desperdiciar la estrategia. Este año es un poco mejor que el anterior: de los entre 90 y 100 córners que lleva el Barça esta temporada, sólo ha marcado en dos ocasiones. Uno fue de Messi tras saque en corto y una de sus buenas internadas en el área. El otro, ayer. Y ya no es sólo el porcentaje bajísimo de gol/córner, estamos hablando de la nula capacidad de generar peligro de jugadas de estrategia. Si nos ponemos 22 hombres que no nos conocemos de nada a jugar a fútbol, tendríamos las mismas consignas estratégicas que los hombres de Rijkaard. Incluso posiblemente generaríamos más peligro.

Porque el asunto de los córners en el Barça es sangrante. Entre Xavi y Messi se lo hacen. Cuando no lo sacan en corto para acabar centrando de nuevo, cosa que carece de total sentido, centran demasiado cerrado y al palo corto, donde se encuentra el portero o la legión de defensas. Es desesperante ver como el Barça malgasta tan vilmente un recurso que en Inglaterra se celebra como medio gol. El Chelsea nos eliminó hace unos tres años por un córner. El Madrid el año pasado ganó la Liga gracias a Beckham y sus centros medidos, desde esquina y desde faltas. El año pasado, el Barça metió 1, o a lo sumo 2, goles desde la esquina en toda la temporada. Y es posiblemente el equipo que dispone de más saques de esquina de la Liga. Preocupante cuanto menos.

Apuntar con el dedo al culpable en este caso es sumamente fácil. Rijkaard, Neeskens y Eusebio, vaya tres. El primero es el hombre que habla en las ruedas de prensa y calla en el campo de entrenamiento. El segundo es como si no estuviera. El tercero es el consejero, gurú, de Rijkaard. Así nos va. Estos tres hombres tiran por tierra y escupen en la estrategia. La estrategia que gana partidos - y ligas - como ayer se vio, es un recurso vilipendiado por un cuerpo técnico que no trabaja ni la estrategia ni la táctica. Las variantes tácticas del Barça se resumen en colocar a Iniesta de 10, donde Ronaldinho, y dejarlo todo a la genialidad del jugador. Si las cosas no salen, quitas a Gudjohnsen, que aporta verticalidad, y mantienes a Xavi, ausente y horizontal como ninguno. Como si no hubieran estado viendo el partido, vaya.

Ayer, el gol de Milito debió abrirle los ojos a Rijkaard. El Barça, un equipo que saca unos 8 córners de media por partido, puede y debe ganar partidos con ello. Sacar los córners en corto se debe acabar: aporta previsibilidad y lo único que consigues es retrasar la pelota o provocar una contra. Hombres como Milito y Touré deben ganar partidos para el Barça con un simple cabezazo. Para muestra, un botón: España ganó 3-0 a Suecia con dos goles de córner. Los dos centros fueron a Capdevila, que empalmó uno magistralmente y el otro se lo dejó en bandeja a un Sergio Ramos que es garante de éxito en ese tipo de jugadas. El que centró era Xavi, ese que también acostumbra a sacar los córners en el Barça. Aquí no está Capdevila, pero está Milito, Márquez, Touré, incluso Henry. ¿Por qué España marca en un partido los mismos goles de córner que el Barça en una temporada? ¡Con el mismo lanzador! Curioso y doloroso.

sábado, noviembre 24, 2007

Y nada cambia

Estas dos semanas de expolio FIFA nos dejan con la única noticia de las declaraciones de Edmilson en TV3 y La Vanguardia. En ellas, el brasileño denunciaba una cosa por todos conocida: en el vestuario del Barça hay gente que no se implica. "Ovejas negras", dice él. No es algo nuevo, lo denunció también Eto'o en Vilafranca. En ese momento yo critiqué a Eto'o. Ahora defiendo a Edmilson. Creo que desde Vilafranca hasta hace unos días ha pasado un período suficientemente amplio para abrir los ojos. En esos momentos se lapidó a Eto'o. Ahora se intenta lapidar a Edmilson. Con cierta razón.

Sí que es cierto que Edmilson disparó con bazoka. Con esto quiero decir que disparó a todo el vestuario y no a los hombres que merecían la bala. No es justo y entiendo que en el vestuario se le recriminara. Una reunión que si tuviera etiqueta pondría 'made in Autogestión'. Parece que no hemos aprendido nada, Rijkaard. Y es verdad que esas declaraciones se deben hacer en el vestuario, y todo debe quedar allí.

Pero lo que nadie puede negar es que con ese modelo, autogestión dicen, no se ha solucionado nada. Y dejar a los jugadores los problemas del vestuario se ha demostrado ineficaz. Y viendo eso Laporta ahora dice que nombrará un vicepresidente deportivo. Se supone que para controlar a los jugadores. La verdad es que no entiendo que pinta ese hombre. El papel de regente del vestuario es de Rijkaard. Y parece que el invento este de la comisión de disciplina se va al garete con este nombramiento. Todo lo del código interno y chorradas varias, que no sirven para NADA, porque después vemos a Márquez grabando un anuncio en México después de salir de una lesión. Un cachondeo vamos.

Como la lesión de Ronaldinho y su borrado de la convocatoria. Como la transparencia en el club no existe y el entrenador de tanto hacerse el sueco acabará rubio y blanco, pues no sabemos si ha sido consensuado por Rijkaard y el, cada día menos, crack Ronaldinho. Estoy escuchando ahora a Eusebio y dice que lo convocaron pensando en que hoy se recuperara pero han visto que no y fuera. Lo dice en un tono tan convincente que lo cuenta Buenafuente y nos reímos. O nos reímos igual, porque es de juzgado de guardia que dejen ir a un jugador que en teoría está lesionado a Brasil, a jugar dos partidos, que allí juegue (fatal, por cierto) y que venga totalmente exhausto a Barcelona, paripé de la convocatoria a parte. Es que da sensación de organización pésima.

Y dentro de unos meses, volverá a hablar otro Edmilson (al Edmilson real lo más posible es que le espere una venta en invierno o en verano), volverán a callar los directivos, Rijkaard lucirá un pelo liso y rubio y volverá a mirar a otro lado y los jugadores lapidarán al nuevo 'traidor'. Y meses después de eso, volverá a hablar otro y... ¿Es el Barça un déjà vú constante? Tengo la misma sensación que Truman cuando, en su show que él mismo desconocía, ve pasar una y otra vez a la misma gente haciendo las mismas acciones. Podría quedarse toda su vida así y vería lo mismo nuevamente. Él decidió averiguar lo que pasaba. Rijkaard, en cambio, apunta a una valla del Camp Nou como oveja negra. Buen contraste.

miércoles, noviembre 14, 2007

Dando tumbos

Cuelgo la carta que envié al Sport hace unos días y que hoy han publicado (bastante recortada, eso sí) y que viene a resumir todo lo dicho esta semana.

Ayer volvió a demostrar nuevamente el Barça que no sabe jugar, no sabe ganar fuera. El equipo - excesivamente - elogiado en casa por su buen juego, sigue fracasando fuera, en los campos donde los expertos dicen que "se ganan las Ligas". El bagaje del Barça fuera de casa, un muy triste 6 de 18, es de equipo pequeño con aspiraciones a entrar en UEFA. Unos números contrarrestados por el pleno en casa, pero que no deben ocultar una realidad: este equipo no funciona. Podemos seguir creyendo en este proyecto, en Rijkaard, en los jugadores. Pero esto no tiene visos de solucionarse, sino que la tendencia es negativa. Llevamos camino de tirar otra liga y la paciencia fuertemente promulgada por unos va cediendo ante las voces que reclaman un cambio que cada día se hace más evidente. Ese cambio no es otro que el del entrenador.

Rijkaard lleva dando tumbos desde que ganó la Champions en París. Allí se le fue Ten Cate, el Yin de su Yang, su equilibrio. Desde ese momento, Rijkaard ha sido una caricatura de él mismo. Proclama una cosa en las ruedas de prensa para acabar haciendo otra en la pizarra. Se autoinculpa del juego del equipo fuera de casa, pero no lo soluciona. Anuncia que tomará medidas, que pensará en algo nuevo, para volvernos a sorprender con lo mismo de siempre. Su fórmula, la fórmula que dio al equipo uno de sus bienios más gloriosos, sino el que más, está agotada y comienza a oler. Ayer fue Laudrup el que se lo comió en el prepartido, el próximo será Valverde. ¿Debemos seguir aguantando algo que sabemos que no funciona sólo por un mero acto de fe? El año de confianza fue el año pasado, este era el año donde el cuerpo técnico debía demostrar que nuestra confianza y paciencia estaba justificada. Y ante eso sólo hay una respuesta: 6 de 18 fuera de casa.

Si el Barça quiere seguir aspirando a la Liga en marzo no puede valerse de la fe para ello. Aquí no hay 'Juntos Podemos' que valgan. El momento adecuado era el junio pasado, pero no por ello debemos obviar que los problemas de setiembre, octubre y noviembre se repetirán en diciembre, enero y febrero. Y como aún no se pueden cambiar a los 22 jugadores a mitad de temporada, habrá que romper la cuerda del extremo más débil, otrora el más fuerte. Rijkaard, has tenido año y medio para reafirmarte en el banquillo blaugrana y, año y medio después, dices que tienes que pensar otra cosa. Lo siento, pero en el Barça no hay tiempo para cavilaciones. No después de 15 meses. Es tiempo de mirar hacia adelante, es tiempo de cambio. Gracias a Rijkaard por los servicios prestados pero en el Barça hay un mínimo exigible, y caer lastimosamente ante el Getafe está por debajo de ese límite. Después del éxodo holandés del equipo, quizá es tiempo de que el banquillo culé hable portugués.

domingo, noviembre 11, 2007

Alargando la goma

La goma de Rijkaard comienza a romperse ya por su extremo por la manía de la Junta de alargarla al máximo. Desde ese 4-0 de Getafe, la goma la alargamos cada vez con más fiereza y acabará rompiéndose. Ahora, imaginad que la goma es el Barça. Pues de tanto alargarlo, el equipo acabará roto, sin posibilidad de ganar nada, en marzo. Llevamos camino, sin duda. Y esto se debe a varias causas. Acusar sólo a Rijkaard sería ventajista además de mentira, pero es indudable que tiene la mayor parte de culpa.

Por un lado, tenemos a los jugadores. Fuera de casa, parecen los primos de los que juegan en casa. Abidal es desbordado, no sube al ataque; Touré falla lo infallable, no da un pase decente y se deja coger la posición; Ronaldinho... es Ronaldinho; Messi no la pasa ni aunque le metan un tiro en cada pierna; Henry aplaude mucho y hace poco, ni tira el desmarque ni presiona y baja demasiado poco a recibir del centro del campo; Xavi e Iniesta, agua y aceite. Sólo salvo de la quema a dos jugadores: Puyol y Valdés. Sé que ellos dos se irían muy jodidos a casa por la imagen del equipo. Son los únicos que hicieron un buen partido, sobretodo el de la Pobla que hasta que Rijkaard no le castigó por su gran primera parte desplazándole al centro de la defensa había sido el mejor. Valdés sigue salvando de humillaciones peores al equipo.

En la otra mano tenemos a Rijkaard. Mira que me cae bien y es un hombre que se gana a la afición, pero también hay que ganar los partidos. Y la faena del entrenador es ganar los partidos en la pizarra, el partido de verdad lo ganarán los jugadores. Pues en la pizarra Rijkaard siempre pierde. Todos los equipos se lo comen. El Getafe nunca, nunca, puede dominar al Barça de la manera que lo hizo. Si hay que poner un 4-5-1, pues se pone. Pero nunca el Barça puede dar la imagen tan lamentable que dio. Tampoco puede desperdiciar el Barça centenares de córners al año porque no se trabaja la estrategia. El Barça si trabajara la estrategia ganaría partidos con córners, porque mira que tiene oportunidades. Pero Rijkaard no reacciona, sigue igual que el año pasado. Recordad las ruedas de prensa del año pasado y comparadlas con las de este año: son las mismas. Rijkaard lleva diciendo que algo falla desde hace un año. ¿Sabéis el problema? Que no sabe lo que falla. Y esto es lo peor, porque no sabe que le pasa al equipo que gana en el Camp Nou sin apuros y el que pierde lastimosamente con un equipo de media tabla.

Ante esto, mi solución es que Rijkaard deje el banquillo del Barça. Trabajo no le faltará, porque cuando esté en el mercado a Ancellotti no se le permitirá seguir así en Liga y a la mínima fichará por el Milán, que es algo que las dos partes saben y quieren. ¿A quién fichamos? A Mourinho. Es un entrenador que no tiene reparos en cargarse a quién no rinde. Además, sabe jugar en las ruedas de prensa y en la pizarra es el número 1. Mourinho gana siempre en el vestuario, y eso te asegura que el equipo no da esa imagen tan lamentable que dio ayer. Y si la da, al descanso incendia el vestuario con una manguera de napalm. Lo que no puede permitirse el Barça es dar la imagen que dio ante un equipo que nunca puede torear al Barça así. Pero el verdadero problema viene cuando no sólo es el Getafe el que lo hace, sino todos los partidos fuera de casa. Y es imperdonable, y conlleva responsabilidades. Y Rijkaard, como dijo ayer, es el máximo responsable. Laporta, actúa ahora o llora en marzo.

Actualización
Me he sorprendido al ver estos resultados en una encuesta del Sport. La afición se divide entre la mano dura, al estilo ejército, y el cambio de entrenador. No obstante, dentro de ese cambio de entrenador dudo que el trozo más grande se lo llevara Mourinho. El tiki-taka es lo que tiene.

domingo, noviembre 04, 2007

Obligados a ganar

No puede permitirse otro pinchazo el Barça si quiere seguir enganchado a la Liga. Acabar hoy a más de un punto del Madrid será un batacazo que el Barça no puede tolerar. Hoy es obligado ganar o el juicio de un Camp Nou cansado de un equipo que no se cansa de dar una de cal por otra de arena. La buena viene en el Camp Nou; la otra, fuera de casa. Y la gente ya está harta de un equipo que no reacciona y de un entrenador que se carga el partido en la caseta. Un empate o derrota en el Camp Nou sería como encender un mechero en una habitación llena de gas.

Delante tenemos al rival apropiado para calmar el ambiente: un equipo triste, con una crisis interna que no tiene más remedio que la salida de Lopera y un entrenador que será seguramente cesado si pierde en el Camp Nou. Además, el Betis es un equipo roto, que sale mal a la contra y frágil defensivamente. Evidentemente, hoy veremos a un Betis encerrado y esperando agazapado para salir, pero no debe suponer un problema real. Si el Barça logra marcar 2 goles, el partido estará finiquitado (el Betis ha marcado 8 goles en 10 partidos, pero sólo 1 de ellos ha sido fuera de casa). Pero el aficionado culé no espera hoy solamente una victoria, espera que el equipo vuelva a jugar bien.

Si Rijkaard repite medular con Xavi e Iniesta, estará, nuevamente, contradiciéndose. Ayer dijo que había que olvidarse del 'jogo bonito' para optar por un juego más contundente. Si alinea a Xavi, que lo único contundente que tiene es la sílaba tónica de su nombre, estará enviando el mensaje contrario a su equipo. Esa media hará que el Barça vuelva a enfangarse a no ser que marque pronto y rompa el partido. El toque, toque y más toque beneficia al juego del rival, que se repliega y no sufre. Esperemos que no veamos a los dos juntos de nuevo o podemos esperar un guión similar al del Almería, aunque posiblemente el trabajo táctico bético será bastante inferior al que desplegó el conjunto de Emery.

Barça, te esperamos. Rijkaard, te esperamos. Si vuelve el segundo, volverá el primero. Si el primero vuelve sólo, será mala señal.

viernes, noviembre 02, 2007

No más

El Barça es uno de los peores equipos de la Liga fuera de casa. Quedan ya lejos los tiempos donde se celebraba el empate fuera y la victoria en casa. El fútbol ya no funciona así. O se gana fuera de casa, o se pierde la Liga. Y el Barça lleva camino de perder la Liga, porque de 5 partidos fuera de casa, 4 de ellos asequibles, ha ganado sólo 1 (Levante, un segunda división), ha empatado tres (Rácing, Osasuna, Valladolid) y ha perdido otro (Villarreal). Bagaje de 6 de 15, pobre, muy pobre, demasiado pobre. Y más con un equipo que desea medio Europa y la otra no porque no lo puede pagar.

No funciona. Es una máquina que falla, siempre en el mismo sitio, pero nadie sabe qué herramienta usar para arreglarla. Se han probado muchas combinaciones y funciona durante ratos, pero sin alcanzar continuidad. Y le podemos achacar que ha perdido piezas importantes y que otras que hacían funcionar la máquina a máxima velocidad han perdido fuelle con el desgaste del tiempo. Podemos intentar cambiar las piezas antiguas por otras nuevas, pero el resultado será nuevamente incierto y ese artilugio seguirá sin convencer. Y el encargado de hacerla funcionar parece más perdido que nunca.

No es día hoy de echar las culpas a Ronaldinho. Fue, después de Bojan, Valdés y Touré, lo mejor del partido por parte blaugrana. Sí que es curioso que el equipo que presume de mejor ataque del mundo tenga como destacados a un chico de la cantera de 17 años, a un portero y a un jugador de corte defensivo ante un rival que acaba de ascender. Porque ayer, y ya van unas semanas, seguimos sin noticias de Messi, que está demasiado cansado y estudiado como para ser el de las primeras jornadas. Porque ayer, Xavi e Iniesta, Iniesta y Xavi liquidaron el medio campo culé, a base de tocar y tocar sin buscar profundidad. Porque este equipo juega como si la posesión marcara goles por si sola. Y, de momento y por suerte para el fútbol, no es así.

Y ya van 9 puntos perdidos fuera de casa, y ya estamos a cuatro de un líder que muchos culés creen que no está, pero está. Y ante un rival excepcional, ya sea por su juego - en este caso no - o por sus resultados, se necesita un equipo más excepcional para ganar. Mientras el Madrid aplasta a un equipo que el miércoles sólo tenia nombre, el Barça se arrastra en Pucela, como otrora hiciera el mismo equipo de la capital. Pero ellos ganan fuera de casa. Nosotros empatamos. Y las señales de mejoría que apuntaba el equipo antes del parón FIFA se han evaporado como el rocío cuando sale el sol tras una fría noche. Y la paciencia que pedían muchos tras Glasgow (que no es el punto el malo, sino el precedente) se agota. Porque no puedes pedir paciencia a un equipo que va de menos a más para luego ir a menos de nuevo. El Barça no puede vivir de empates fuera de casa. No para ganar la Liga.