jueves, septiembre 23, 2010

Ahogados

Un rival propicio, jugando en casa, un estadio volcado con su equipo intentando dar el plus desde las gradas que faltaría en el campo por la ausencia del 10 y dos delanteros con necesidad de reivindicarse. A priori, todo parecía perfecto para que el Barça se resarciera de la derrota ante el Hércules en el debut ante su afición, ante un Sporting que, además, dejaba a 8 titulares fuera del once inicial. Si había un escenario mejor para que el Barça demostrara su Messi-independencia no debía andar muy lejos del que se dio ayer en Barcelona.

Y, en el minuto 90, el Sporting tenía su oportunidad en un córner, con 1-0 en el marcador. Marcador que ya no se movería más hasta que el árbitro, Paradas Romero (que estuvo correcto, sin mucha faena) indicara el camino de los vestuarios apenas unos minutos después. Demasiado sufrimiento partiendo de las condiciones iniciales. Un solitario gol de Villa, en los comienzos del segundo tiempo, dejó los tres puntos en Barcelona, pero también dudas. 

Surgen varias rápidamente. La primera, y más acuciante, es la función de Bojan en este equipo. Hay cuatro delanteros en nómina (Villa, Leo, Pedro y Bojan), de principio suelen jugar tres, así que los minutos los tiene asegurados, así como la confianza de un entrenador que se resiste a cederlo. ¿Por qué, entonces, sigue jugando como con miedo? Ayer mostró un nivel preocupante, resultó nulo ofensivamente y sorprendentemente nervioso, siendo titular. Se estorbó con Villa continuamente y las ocasiones que llegaron a sus botas las malogró. Necesita centrarse ya u otro canterano, como le pasó con Pedro, volverá a pasarle por encima. Nolito está a la espera.

La duda más importante, sin embargo, deriva del juego del equipo. Ayer el Barça salió con un 4-4-2, con Iniesta en la mediapunta, de enganche, y dos nueves arriba. Volvió a morir en el centro. El equipo pasó por varias fases, incluyendo un 3-5-2, con Busquets formando línea defensiva con los centrales (Puyol/Piqué y Milito) y los dos carrileros (Alves y Maxwell) corriendo la banda. Tampoco así. Defensivamente el equipo se mostró bien, probando la efectividad de las modificaciones tácticas de Pep, aunque no estuvieron muy exigidos. El equipo completó el partido con un 80% de posesión pero sin bombardear el área enemiga, con l

Este Barça de Pep comienza a ser demasiado previsible. 

miércoles, septiembre 22, 2010

Looking on the bright side (y III)

Acabamos hoy la trilogía de artículos dedicada al Barça sin Messi. Esta noche, a las 8, el Barça juega en el Camp Nou frente al Sporting y será el primer partido sin el astro argentino. Parece ser que la apuesta no será Bojan, sino Iniesta, que pasaría a la posición del 10, en el extremo izquierdo. De Bojan a Iniesta va un mundo, no sólo a nivel técnico sino en cuanto a la formación de salida. Veamos, en los dos casos, qué puede pasar.

Si es Iniesta el elegido
Antes de todo, habría que decir que para cubrir el puesto de Iniesta en el interior, Pep podría optar por recolocar a Busquets y sacar a Mascherano de pivote o poniendo a Keita, solución más natural. En todo caso, Iniesta, aunque en el dibujo se ubicara en la banda en la posición del 10, no pisa la línea de cal. Veríamos, en esta situación, una formación más parecida a la que alinea Guardiola cuando está Leo. Iniesta se mueve entre líneas, se deja caer a banda pero no es tan magnético con la pelota como Messi. Mientras el argentino es más resolutivo, el manchego prefiere el juego asociativo, dar el último pase. El trabajo ofensivo quedaría, prácticamente en su totalidad, en manos de Pedro y Villa.

Si es Bojan el elegido
Si el joven canterano es el encargado de suplir a Messi, el juego del Barça sufriría un fuerte cambio. Comencemos presuponiendo que la media sería la de los partidos importantes, con Busquets en el pivote, Xavi a los mandos e Iniesta en la imaginación. Bojan se ubicaría en la banda, emulando a Henry, posición en la que ya ha jugado varias veces. Villa podría jugar por fin de 9, en el centro, aunque permutando posiciones con sus otros dos compañeros de ataque. Pedro acabaría de formar el tridente, que se asemejaría al 4-3-3 de Rijkaard, con entradas por banda constantes a cargo de los extremos más la adición de Alves. Una buena solución si el juego se carga demasiado por el centro.

Situaciones probables
Personalmente, creo que será Iniesta el que saldrá de 'Messi' esta noche, aún sin ser su rol. Es un cambio menos brusco, ya que Iniesta es un centrocampista y sitúa el dibujo más cercano al 4-4-2 que al 4-3-3, que es, al fin y al cabo, el que utiliza el Barça con más frecuencia. El cambio vendría en la segunda parte, si el partido sigue sin resolverse, con la entrada de Bojan en la delantera por Iniesta y la de Keita por Mascherano (en caso de que Mascherano sea titular) para dar más verticalidad al equipo.

En cualquier caso, el Barça cuenta con armas de sobra para sustituir a Messi y solventar sus próximos compromisos con relativa comodidad. El problema más evidente es la adaptación a un sistema sin el argentino, que es el receptor de todos los balones en ataque. La solución pasa por buscar las bandas y utilizar a Villa, desatascando el centro si el Sporting, como debería hacer si quiere tener opciones, acumula jugadores en la frontal del área.

martes, septiembre 21, 2010

Looking on the bright side (II)

Seguimos con el artículo de ayer, dedicado a intentar analizar los posibles cambios de juego que experimentará el Barça con la ausencia de Messi. Ausencia que, parece ser, será más corta de lo esperado en un principio y podría reaparecer ante el Mallorca o incluso jugar algunos minutos ante el Rubin Kazan en Champions. Igualmente, para el futuro inmediato del equipo (Sporting mañana y Athletic el sábado), Messi es baja segura y toca entrar en la cabeza de Guardiola.

Como ya comentábamos ayer, Messi es la máxima referencia del juego en ataque culé. Además, hacia el final de la primera temporada con Guardiola, se le reubicó en el centro, cambio que determinaría para siempre tanto el juego de Messi, convertido ya en mediapunta, como el clásico 4-3-3 del Barça. Ahora Messi no recibe el balón cerca del área, sino que baja a buscarlo al centro del campo y tiene total libertad en campo contrario, afectando, obviamente, al resto de los atacantes del equipo, que deben adaptarse a su anárquico estilo de juego.

La espectacular explosión de Messi le ha convertido en una suerte de agujero negro, que atrae todos los balones del ataque, condenando al ostracismo a un jugador como Ibrahimovic, que nunca se supo entender con el argentino ni tenía la movilidad suficiente como para encajar en el nuevo 4-3-1-2 de Guardiola. Villa, el nuevo 9, también parece en ocasiones desorientado, aunque su versatilidad y su presencia en la Selección le dan una clara ventaja sobre el sueco. Aún así, sigue sin despuntar, aunque bien es cierto que tiene ocasiones y que acabarán entrando.

Liberado del centro gravitatorio que supone jugar con Messi, Villa será, con total seguridad, el más beneficiado de la lesión del argentino. Será referencia ofensiva y podrá dejarse caer en el centro con más asiduidad que cuando comparte terreno de juego con el astro argentino. Además, su perfecto entendimiento con Xavi e Iniesta convierten los dos próximos partidos en el terreno ideal para que Villa marque y recupere la confianza (si es que la perdió alguna vez). Jugará rodeado de compañeros de Selección y la más que posible incorporación de Bojan. Es el momento del 'Guaje'.

Mañana, último artículo de la serie.

lunes, septiembre 20, 2010

Looking on the bright side (I)

El genial grupo cómico Monty Python en su, para mí, obra maestra 'La vida de Brian', se sacó de la manga una canción que, desde ese mismo momento en 1979, nos ha acompañado hasta ahora. La canción, como bien sabrás, es "Always look on the bright side of life", que viene a significar que miremos siempre el lado positivo de la vida y de las cosas que en ella suceden. La escena queda grabada en nuestras retinas debido a que los que la cantan están crucificados esperando su muerte. 

Algo parecido a una crucifixión es lo que experimentaron muchos culés ayer tras el entradón de Ujfalusi a Messi que acabó con este en el hospital y saliendo de él con muletas. Afortunadamente, sólo serán quince días. Quince días en los que se juegan cuatro partidos, ninguno de gran trascendencia o ante un rival de gran enjundia, también es cierto. Presumiblemente, Messi se perderá en Liga el partido del miércoles en casa ante el Sporting de Gijón, el del sábado ante el Athletic en San Mamés y el del domingo día 3 ante el Mallorca, de nuevo en el Estadi. En Champions, no viajará a Rusia a enfrentarse al Rubin Kazan. 

Messi es, galardones aparte, el mejor jugador del mundo, sin duda. Su influencia en el juego es tan importante que el Barça de Guardiola no se concibe sin él. Su reubicación en el centro del ataque ha supuesto una evolución espectacular tanto de él como del 4-3-3 de Cruyff, que ha pasado a ser un 4-3-1-2, con un mediapunta - Leo - y dos delanteros - Pedro y Villa - con mucha movilidad. Ese cambio dota al Barça de una mutabilidad extrema. No hay posiciones fijas en ataque, el equipo gira entorno a la bisagra de Xavi con el añadido de la genialidad entre líneas que aporta Iniesta. 

Aún así, no todo es perfecto. El Barça, con Messi como máximo referente, apuesta demasiado por el juego en una parcela del campo determinada: el centro. Allí tira paredes, elabora su juego de fantasía, pero con un rival parapetado en el centro su capacidad de sorpresa se ve mermada. Sin embargo, ahora con la baja de Messi, podremos ver a otro Barça. Sin duda, no contar con el mejor jugador del mundo no supone ninguna ventaja, pero no todo es tan negro como se pinta desde los medios de comunicación. En el próximo artículo, comentaremos algunos aspectos a tener en cuenta. 

Criminalizando

Esta imagen ha presidido hoy la gran parte de las tertulias deportivas acontecidas hoy en España. Radiofónicas, televisivas o las de cualquier bar. Como ya sabes, Messi es la víctima y Ujfalusi el agresor. La entrada se saldó con una roja directa para el colchonero y la camilla para Messi que, milagrosamente, volverá en quince días (que son los que tardaría en volver el checo si no hubiera jornada entre semana).

Se han creado diferentes debates desde que sucediera la entrada en la tarde de ayer. ¿Qué hubiera pasado si Messi se perdiera tres o cuatro meses por esa entrada a destiempo en los compases finales del partido? ¿Debería Ujfalusi estar sancionado todo el tiempo que Messi esté de baja? ¿Es este el aviso que todos necesitábamos para darnos cuenta de que no hay que tratar igual a Messi que a Maxwell en cuanto a castigar a su infractor? ¿Hay que proteger más a las estrellas?

Son muchas preguntas. Tú tendrás tu opinión, que me gustaría que compartieras conmigo. Yo te voy a dar la mía. Creo que el jugador del Atlético no va a la pelota, es evidente por la imagen. A partir de aquí, hay otro nivel ya. ¿Va a lesionar o 'sólo' va a entrar fuerte para marcar territorio? Sinceramente, no creo que haya ningún futbolista que vaya a lesionar, intencionadamente, a un compañero. Sí, hay futbolistas leñeros, pero de dar una patada a romper un ligamento va un trecho. 

Por eso, creo que en estos casos habría que aplicar una sanción más fuerte (como suele hacer la UEFA en la Champions League con las acciones de roja directa, dicho sea de paso) de 2 o 3 partidos, dependiendo de la gravedad de la entrada, pero nunca dejar a un jugador 6 meses en la grada porque, involuntariamente (a pesar de la dureza de la entrada), ha dejado seco a otro futbolista durante ese período de tiempo. Suficiente tiene el jugador con cargar en la conciencia con esa entrada como para alejarlo de los terrenos de juego. Sí, él ha hecho lo mismo con un compañero, pero nunca, estoy seguro, con esa intención. Aunque, si reincide, sí que habría que apostar por sanciones más duras (un mes, por dar un ejemplo). Pero ése ya es otro caso.

Brecha temporal

Después de mucho tiempo y tantas o más cosas ocurridas, vuelve 'Va de fútbol'. O lo intenta. Contigo al otro lado, es posible.