lunes, abril 23, 2007

¿Cuántos puntos nos podemos llevar?

Después del esperpento, del bochorno, de ayer, el Barça se complica, una vez más, la liga. Pudiendo tener ésta sentenciada ya, se empeña en dar emoción y en provocar problemas cardíacos a los seguidores. Si ayer pensaba que la Liga era prácticamente nuestra, hoy lo veo más crudo. 3 puntos menos es lo que hacen.

Nos quedan 7 partidos, en teoría 6 asequibles. Os pongo mi quiniela

  • Barça - Levante. 1
  • Real Sociedad - Barça. 2
  • Barça - Betis. 1
  • At.Madrid - Barça. El más difícil, tengo muchísimas dudas. Le pongo X2
  • Barça - Getafe 1
  • Barça - Espanyol. 1X
  • Nàstic - Barça. Dependerá de la situación de cada uno, pero si el Nàstic està descendido, como todo, desgraciadamente, hace prever, le pongo un 2

¿Quién quiere la Liga?

Pues la respuesta está clara: el que más la quiere es el Madrid. Capello no les dejará jugar a fútbol, no sabrán tocarla, pero tienen ganas. Ayer el Barça no tuvo ganas, y las pocas que tuvo, las falló. Pues que vaya para la Cibeles o Nervión, que parece que se mueren por ella.

Podría comentar el partido del Barça largamente, pero sólo dejaré dos breves apuntes:

  • Aceptable primera parte, el equipo lo intentó. Fallamos 2 manos a manos y 2 o 3 ocasiones más claras.
  • Segunda parte rozando lo vomitivo. Menudo desastre. Ni REM, ni MER ni nada. O se le pone ganas al partido, o que ya antes de salir nos digan que se van a pasear y nos evitamos hora y media de sufrimiento. Hemos desaprovechado la ocasión de rematar (para mí ganar en Vila-Real era media liga) y ahora no podemos fallar (y en el Calderón pinchamos).
Ya no sé que esperarme de este equipo. En el Camp Nou parece fuerte (aunque el Mallorca nos secó) y fuera hace partidos que si les ponen la camiseta de la Real Sociedad nadie lo nota (con mis respetos para la Real, ya me entendéis).

domingo, abril 01, 2007

Sólo una diferencia


Este Barça sigue sin gustarme. Cuando parece que vuelve, da media vuelta y cambia al monótono equipo que tanto aborrezco. Porque, en este fútbol monótono de hoy, todos los que elogiamos al Barça lo hacíamos por romper esa tristeza que acecha al fútbol de hoy. Un equipo que se divierte jugando, que antepone el juego al resultado. Eso es muy difícil de encontrar hoy en día, quizá se salva el Manchester en momentos puntuales (en los que aparece el portugués Ronaldo.

Ese fútbol que practicaba el Barça, con el que ganó todo lo que ha ganado, sólo aparece en ocasiones. Ya han vuelto Eto'o y Messi, y la vida sigue igual. Sólo hay una diferencia: la vuelta de los dos futbolistas nombrados anteriormente, Eto'o y Messi, Messi y Eto'o. Y hemos pasado de no ganar sin encantar a ganar sin hechizar. La diferencia de llevarse tres puntos o uno o ninguno. A muchos les parecerá una diferencia significativa, a otros muchos nos gustaría volver a ver al Barça de antes antes que ganar o perder tres puntos.

Este Barça me recuerda, cada día más, al Madrid de la última liga de Del Bosque. Gana, y en ocasiones con contundencia, porque tiene una calidad superior, pero todos los jugadores saben que hay algo que falla, que algo se ha acabado. Si el Barça acaba ganando la Liga, me imagino una celebración semejante a aquella de la 29ª liga del Madrid, triste, con sabor a despedida, a cambio de ciclo. Cosa que no tiene porque acabar con los títulos.



Como bien reflejaba Perarnau en una entrada realmente antológica (quizá el mejor artículo deportivo que he leído) este ciclo ha acabado. Perarnau dice que es el ciclo (el ecosistema, según sus palabras) de Deco - el (D)Ecosistema -, yo también lo pienso. El portugués es el líder del vestuario, ni Puyol ni Xavi. Éstos dos últimos son los bomberos, que intentan apagar los incendios, algunos tan grandes que los pueden llegar a consumir (como el de Eto'o). ¿Tiene que irse Deco? Pues lo mejor para el club será que se vaya. El Barça necesita volver a la senda del sacrificio y el trabajo, y cualquiera que no lo entienda será mejor que se vaya. Por el bien de las dos partes.

Por contra, entre tanto pesimismo, siempre nos quedarán alegrías como las de Messi, que parece que vive ajeno a estos problemas y sólo se encarga de jugar, con la boca cerrada, pero marcando las diferencias. En el campo, por supuesto.

Fotos: Unionradio.com.ve, Realmadridfin.net, deportistadigital.com