miércoles, septiembre 16, 2009

Chutar, chutar, chutar

Y chutar. El Barça hoy se atascó sobremanera en el recinto italiano Giussepe Meaza. San Siro acogió un choque entre dos grandes aunque sólo se vio uno en el campo. El Inter, dejando de lado un intervalo de unos 20 minutos en la primera mitad, se ha borrado descaradamente del partido y se ha metido atrás, dejando arriba a los dos puntas. Eto'o, si no fuera porque todas las miradas culés se centraban en él cada vez que los italianos cruzaban la línea de medios, podríamos decir que ni ha jugado. Desaparecido el camerunés en un estilo de juego que no le favorece en nada. Samuel no es un jugador de grandes jugadas, necesita buenos pases para existir y hoy no ha recibido ninguno. Tampoco su 'rival' sueco hizo mucho peligro, aunque tuvo sus ocasiones y participó más en el juego del equipo, también teniendo en cuenta que el Barça quería jugar al fútbol y el Inter no.

Aún con todo, el primer tiempo resultó bastante entretenido e incluso el Barça gozó de grandes ocasiones que desperdició. Una inusitada abundancia de espacios en la zaga interista propició que cada vez que el Barça pasaba de medio campo San Siro callara (rompiendo el silencio con los pitos dedicados a Zlatan). Pero no duró mucho. El Inter se vino arriba al ver que el Barça se relajaba y tuvieron sus mejores ocasiones, aunque ninguna especialmente clara. El autor de todo el peligro del equipo de Mourinho fue Diego Milito, un delantero goleador pero de segunda fila, voluntarioso pero técnicamente pobre, rápido pero ineficaz en la toma de decisiones. Cuando el cronómetro ya rozaba el 45, el Barça estuvo a punto de marcar de nuevo, pero todo se quedó en un intento. Las cosas, sin embargo, apuntaban bien para la segunda mitad.

Nada más lejos de la realidad. Mourinho pasó revista, leyó los poemas que había estado componiendo durante el partido con los errores de su equipo y el Inter salió metido en su área en la segunda parte. El Barça no sabía atacar la zona interista y se limitó a pasar horizontalmente la pelota, con obsesión por acabar en el centro en cada ocasión, originando un embudo de grandes dimensiones. Toques, toques y más toques y ningún chute aunque han tenido mil ocasiones para hacerlo y contamos con grandes tiradores en el equipo. El tiempo iba pasando y las cosas seguían igual, ni la salida de Iniesta logró romper el muro interista (y el manchego se unió al cuello de botella blaugrana). El partido acabó con 0-0 y con la sensación de haber malgastado una ocasión inigualable para dar un golpe en la mesa y postularse como candidato inamovible a primero de grupo. Otra vez será.

1 comentario:

Rafadalton dijo...

Sí, faltó más chut. Pero el Barça lo intentó de todas las maneras. No me digas que Alves no centró. Faltó sólo el gol. Si Keita llega a afinar uno de esos chuts sencillos o si pitan el penalti, o Zlatan llega a concretar el 1 contra 1, hablaríamos de partidazo del Barça.

Vale, los 'if' no sirven para nada, pero la sensación general fué buena.

Y Zlatan debe dejarse de frivolités e ir algo más de cara a barraca, pero se está adaptando al equipo, y en liga ya ha marcado en las 2 jornadas.