sábado, agosto 22, 2009

Ying y Yang

Este fin de semana comienza la Scudetto de Eto'o, que bien podría ser la Scudeto'o. Las miradas estarán puestas en él y... en su 'amigo' el Gaucho, al que Berlusconi intenta colocar en la delantera sea como sea. Serán los centros de atención por motivos muy diferentes: Eto'o será el nuevo 9 del dominador absoluto del Calcio en los últimos años, el Inter, y ante él tendrá la presión de hacer olvidar a Ibrahimovic, genio y figura. Seguro que a aquellos aficionados a los que mandó callar el sueco se habrán posicionado rápidamente con el camerunés. Conociendo a Samu, la presión le hará crecerse y sacar su mejor fútbol. No lo tendrá tan fácil para adaptarse, puesto que el Calcio castiga mucho a delanteros de su perfil y no tendrá tantas ocasiones como acostumbraba en el Barça debido a que ni en el Inter hay tan buenos pasadores ni las defensas dejan tantos espacios como en España. Pero que nadie descarte nunca a Eto'o, este año si las lesiones lo respetan estará en la lucha por el capocannonieri. Y allí no está Forlán para arrebatárselo.

Ronaldinho tiene ante sí su última reválida. El año pasado comenzó bien la temporada, incluso parecía que podría volver al nivel de sus primeros años en Barcelona, pero el ambicioso brasileño, al ver que sin llegar a su máximo nivel podía encandilar de nuevo a una grada enamorada de él, se volvió a dejar llevar. En enero ya era un habitual del banquillo y de la noche de Milan, y acabó la temporada con la afición despechada y un hueco con su forma en el banquillo, al cual ya se había acomodado. Su hermano, tan hablador y preocupado por su felicidad cuando jugaba en el Barça (cuando Ronaldinho no sonreía, nuevo contrato al caer), desapareció del mapa - aunque, bien es cierto, que a los pocos meses de llegar, con Ronaldinho jugando bien, insinuó que tendrían que premiarlo con un nuevo contrato, ¡meses después de firmar el primero! - y sólo apareció para dejar caer que quizá Ronaldinho dejaría el club si no jugaba. El que jugaba era él, su hermano, pero jugaba un farol: nadie ficharía a un Ronaldinho pasado de peso, en franca decadencia, con su ficha y con un traspaso que en ningún caso sería inferior a 20 millones. Ahora Ronnie se esfuerza por volver a estar físicamente bien. El talento nunca lo perdió, pero una vez que te dejas ir es casi imposible volver a estar al primer nivel. Por el bien del fútbol, esperemos que Ronaldinho vuelva para quedarse.

Repasadas sus situaciones, queda claro que tanto el brasileño como el africano tienen maneras muy distintas de ver el fútbol. A Ronaldinho muchos le disculparán aludiendo al carácter brasileño que hace fracasar a muchos genios, como Romario, Ronaldo, Adriano... Por otro lado están jugadores como Kaká o Diego, genios en el campo y silenciosos fuera de él. No le concedo esa excusa, es más bien cosa suya, de su cabeza. Le falta ambición, una vez que lo tuvo todo ya no le importó nada más que ir firmando contratos cada vez más voluminosos olvidando que también aumentaba el volumen de su responsabilidad. Eto'o está en el extremo opuesto: se deja la piel en el campo durante la temporada y negocia cuando ya no hay nada en juego (de hecho creo que sólo se le amplió el contrato en el verano del 2005, después de la primera Liga, y nunca más volvió a pedir renovación por mucho que su rendimiento fuera alto). No tiene la inmensa técnica del brasileño ni su talento, pero nadie nunca podrá decir que no se deja el 100% en el terreno de juego.

Por eso Eto'o nunca entendió que la afición del Camp Nou no coreara su nombre, o que aplaudiera más un regate del brasileño que un gol suyo, que se pusiera énfasis en lo que hacía Ronnie y se olvidara lo mucho que trabaja él, que Ronaldinho fuera un ídolo estando en el gimnasio y que a él, que forzaba al máximo para volver lo antes posible de sus lesiones, se le olvidara. La vez que más se coreó el nombre de Eto'o fue antes de la presentación de Ibrahimovic, cuando el camerunés ya había firmado con el Inter. Un trato injusto con el delantero que mejor rendimiento a dado al club en sus últimas décadas. Sus cifras ahí están para quien quiera superarlas.

Ahora Eto'o busca cariño en Italia. Es un jugador difícil, pero entregado. Ronaldinho busca el perdón de su afición y la convocatoria para el mundial de Sudáfrica. Dos genios del fútbol con actitudes muy diferentes. En el derbi Milan-Inter saltarán las chispas. ¿Quién ganará? Apuesto todo por Eto'o.

1 comentario:

Indiana Shones dijo...

A botepronto, tengo la impresión de que se ha condenado a Eto'o a un cambio desfavorable para él. Veremos.

De Ronaldillo no espero nada. Nada bueno. Está en pleno declive. Una gran pérdida. Una más de un gran jugador que fue devorado por el éxito.

Etoista es mi color. Ronaldillo, par y pasa.