domingo, agosto 30, 2009

La prisa como compañera

Mañana se acaba el plazo de fichajes y el Barça, a día de hoy, aún no tiene cerrada su plantilla. Hoy ha llegado Chygrynskiy, el deseado por Guardiola, por 25 millones de euros. Contrato largo, sueldo bajo, si sale la mitad de bien de lo que espera Guardiola de él será una gran inversión. Mientras, el Barça lleva varios días con línea directa con los jeques del City para intentarlos convencer del fichaje de Robinho. Guardiola parece que habló con Hughes y todo para que éste diera su visto bueno a la operación. Por las informaciones que aparecen, el entrenador del City dio su 'ok' a las negociaciones pero los dirigentes, después de un buen tiempo considerando la oferta (cercana a los 40 millones), han declinado vender al brasileño. En el capítulo de ventas, Henrique ayer se fue cedido al Rácing y hoy puede irse Gudjohnsen al Mónaco.

Algo se ha debido hacer mal este verano para que el día 31 de agosto se presente un futbolista, aún haya ofertas en pie de tal magnitud como la de Robinho o dos jugadores del primer equipo se vayan un día antes de acabar el plazo. No creo que las culpas sean enteramente de Txiki, ya comenté anteriormente que él propone unos jugadores para cada perfil que luego tiene que consensuar con el entrenador y que aquí es donde la cadena ha fallado. Los jugadores que ofrecía Txiki a Guardiola no convencían a este último, Txiki rehacía la búsqueda intentando ajustarse más al perfil y volvía a obtener una negativa. Guardiola no quería un abanico de jugadores para un perfil, quería un determinado jugador para un determinado puesto. Un nombre.

Igualmente, no entiendo que después de 3 meses para ponerse de acuerdo o, sencillamente, cerrar la plantilla, se espere hasta las últimas horas para hacer más movimientos que en los meses anteriores. ¿Por qué se ofrecen ahora 40 millones por Robinho una vez comenzada la Premier y con un equipo montado alrededor del brasileño? Era mucho más sencillo acometer ese fichaje en junio, cuando Robinho pedía irse y Hughes lo quería tan lejos de Manchester como fuera posible. Incluso hubiera salido bastante más barato de lo que pudiera costar ahora. ¿Qué pasó entonces? Pues que en Barcelona esperaban a Ribéry, aunque se intuyera que si salía sólo sería al Madrid o el Bayern le pusiera el cartel de intransferible. Ahora que sí que ven que Ribéry está imposible, se lanzan a por el extremo del City a 48 horas del final del mercado con el City líder de la Premier. Un sinsentido.

Lo mismo podríamos aplicar a las salidas de Gudjohnsen o Henrique. Son jugadores que para Guardiola no cuentan, pero que hacen plantilla y que vendiéndolos o cediéndolos el día 31 no ganas nada, porque no te da tiempo a reemplazar ese hueco que dejan. Lo único que logras es debilitar una plantilla ya de por sí corta y con poco banquillo. Esas negociaciones se hacen en julio o a principios de agosto, se estudian bien los casos y se reemplaza a esos jugadores. Da la sensación que la secretaría técnica ha trabajado por un lado y el cuerpo técnico por otro y que llegados a cierto punto se han obligado a llegar a ciertos acuerdos, pero demasiado tarde. Y mientras la plantilla se acorta y se hacen ofertas a destiempo. Suspendidos todos.

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