
Vuelvo a la actividad frenética de la blogosfera después de una semana en la cual no he tenido mucho tiempo. Y lo hago con un tema de actualidad culé:
la 'renovación' de Saviola. Comencemos por el principio del tan comentado 'caso Saviola'.Saviola
fichó por el Barcelona en el 2001, después de hacer un excelente campeonato mundial Sub-20 con argentina. El fichaje fue más un
intento de golpe moral para animar a los culés tras ver como el mejor jugador del mundo, Zidane, fichaba por el Madrid que un fichaje por razones deportivas. Saviola tenía pinta de gran promesa, pero era un jugador demasiado joven para cargarle un equipo a sus espaldas y ser el referente de un equipo sin rumbo (recuerda que
el Barça pagó 6000 millones de pesetas por él, una auténtica barbaridad aunque acorde con el mercado de la época). Sin embargo, los medios de comunicación, lejos de advertir al aficionado que era un jugador de 19 años y en formación, lo vendió como un auténtico mesías, como el fichaje definitivo que haría que el Barça ganara títulos otra vez.

No se desenvolvió mal en la punta del equipo blaugrana y
logró promediar alrededor de 20 goles por temporada, cosa que le convertía en un jugador muy valioso para un equipo que seguía dando una de cal y otra de arena, mientras el máximo rival comenzaba a jugar al ritmo de un Zidane que le costó integrarse pero, cuando lo hizo, comenzó a demostrar de lo que era capaz. Kluivert y Saviola formaban una pareja extraña pero que, junto a Rivaldo, nos dejó grandes partidos. Saviola, al contrario del controvertido punta holandés,
cayó bien entre los aficionados culés gracias a su entrega y humildad. Era un jugador joven, talentoso y en cada jugada lo daba todo.
Aunque no era un killer del área, sus registros goleadores eran suficientemente buenos para que se le considerara un buen delantero y una pieza imprescindible, junto a Rivaldo, del engranaje blaugrana.
Cuando entró Laporta a la presidencia blaugrana, un nuevo reto se le planteó a Saviola:
convencer a Frank Rijkaard, su nuevo entrenador, de que era un jugador esencial para el nuevo proyecto y que encajaba perfectamente por el perfil buscado por el Barça: joven, talentoso y con hambre. Saviola se convirtió en el delantero titular del equipo y comenzó a jugar a gran nivel en la magnífica segunda vuelta del equipo de Rijkaard, que cosechó una racha de victorias excepcional y consiguió una remontada inimaginable después de ese 3-0 encajado en el Sardinero a principios de año (hablaré de esa segunda vuelta mágica en la segunda entrega de la
saga Rijkaard que ya estoy preparando).
A pesar de ser un jugador importantísimo en esa segunda vuelta azulgrana, Saviola no era un jugador que gustara a Rijkaard. Lo ponía porque no tenía otro (igual que ahora) y estuvo todo el verano buscando a delanteros. Primero lo intentó con Trezeguet, que después de mucho filtrear dio largas, y acabó pidiendo a Eto'o, que vino y abrió las puertas a Saviola completamente. Saviola,
obligado a irse, aceptó irse cedido un año al Mónaco, con el cual hizo una temporada discreta. La siguiente temporada, tampoco contó y
fue cedido al Sevilla, con el cual ganó la UEFA, aunque sin ser pieza fundamental del equipo ni entrar habitualmente en el 11.
Ahora, 5 años y medio después de su fichaje,
Saviola está más fuera que dentro.
¿Las principales causas? El alto contrato que le firmó Gaspart y que no gusta demasiado a Rijkaard. Tampoco lo hace fácil su representante, que ahora tiene la sartén por el mango y que no aceptará que su representado cobre casi la mitad de lo que cobra ahora. Cabrera es una persona que sus detractores tiznan de manipulador, ansia desmedida de ganar dinero y que se antepone a sí mismo antes que a su jugador. Otros dicen que él sólo defiende a Saviola y que busca que valoren a Saviola como se merece.
¿Que nos queda, entonces? Pues a un jugador
joven, talentoso y con hambre (no ha cambiado en estos años) que puede negociar con cualquier equipo y que acabará fuera del Barça en cuanto acabe el 30 de junio. Nos queda un jugador que ha sido clave en esta eliminatoria contra el Alavés y que es un comodín demasiado poco utilizado y que
está totalmente desaprovechado. Nos queda un jugador que, aunque él lo da todo,
no ha recibido justicia por parte del fútbol y que en un futuro, seguramente fuera del Barça, creo que dará mucho
que hablar.

El Barça ante esto,
para cubrirse las espaldas ante la afición, una afición que quiere mucho al 'Pibito',
le ha ofrecido un contrato irrisorio comparado con el anterior, y que es una clara invitación a que se vaya. "Quédate, pero no te queremos" parece que le dicen. Cuando en julio Saviola sea presentado con un nuevo equipo,
la directiva dirá que hizo "todos los esfuerzos posibles" y que "el único que no ha querido seguir es Saviola". Es un intento por quedar bien ante la afición y bajar a la tierra la figura de un Saviola que siempre se ha portado correctamente con la directiva, con sus compañeros y con su afición. No ha dado nunca problemas, al margen de su representante, y ha estado ahí cuando se le ha necesitado.
Para mí se debe quedar. Habiendo jugadores como Ezquerro o incluso Giuly en la delantera azulgrana,
Saviola está varios pasos por encima de ellos. La directiva no piensa lo mismo. El entrenador comienza a dudar.
Y, ¿tú dudas?Fotos: Saviolasite.com, Espn.com, Clarín.com, 26noticias.com.ar, Mediotiempo.com