miércoles, julio 04, 2007

Reprogramar al Barça

El Madrid ha echado a Capello en busca del buen fútbol que, según la entidad, debe brindar un club grande como el Madrid. En busca de un buen fútbol que nunca ha caracterizado a los blancos, los valores, creo yo, del Real Madrid los ha definido, con su estilo de juego, a la perfección el italiano: fuerza, valor, garra, entrega, sacrificio. Ésos son los valores que han hecho grande al Madrid, que le permiten intimidar al rival perdiendo 2-0 en el minuto 80, ésos que provocan que los aficionados rivales sólo puedan celebrar la victoria cuando el árbitro pita. Ese compromiso con el club es lo que la gente aplaude. Un madridista agradece más un sprint agónico en el 90, como el de Roberto Carlos en Huelva, que las filigranas, también ampliamente ovacionadas, del genial Zidane. Madrid y Barça son Ying y Yang, dos modelos totalmente opuestos, con un mismo fin: ganar. Y ahora en Madrid han fichado al bueno de Schuster, que se deben creer que es el máximo exponente del jogo bonito. A los cinco partidos la grada pedirá la cabeza de Calderón y la vuelta del aburrido, rácano e insolente Capello. La prensa que lo puso en la frontera buscará otros nombres más glamourosos, saben que Capello es el único entrenador, de los que han morado últimamente el banquillo blanco, que no se deja influenciar por lo que digan los rotativos, por eso no lo quieren.

Mientras el Madrid intenta reinventar su historia, su filosofía, el Barça cada segundo que pasa afianza la suya. Quizá es la única cosa que no se discutía del club: su estilo de juego, ese lema de "primero espectáculo y después ya ganaremos", la antítesis del capellismo, de los valores del Madrid. Aquí se valora más una cola de vaca de Ronaldinho que una carrera de Eto'o. Aquí se corea a Ronaldinho por un detalle aunque Eto'o haya marcado un hat-trick. Eso en el Bernabéu no sería entendido, pero aquí es lo más normal del mundo. Sin embargo, uso el pretérito imperfecto: discutía. Porque ya se plantean debates serios. Mientras los títulos llegaban, los resultadistas culés aplaudían con cierto recelo. Los resultadistas, a los que se han unido los oportunistas, como cabía esperar, defienden que el jogo bonito sin efectividad es como un hombre sin testículos, es decir, estéril. Testículos (que poco me gusta la palabra) es lo que piden éstos. Fuerza y garra. Mientras al otro lado del puente aéreo piden el juego bonito del Barça, aquí en Barcelona demandan esos valores que han hecho alzar la trigésima Liga al Madrid. Como siempre, los dos equipos son antagónicos.

Yo hoy me planteo si deberíamos cambiar nuestra política. No digo renunciar al juego bonito, pero sí una revisión, una versión nueva. ¿No puede sacar Microsoft versiones mejoradas (en teoría) cada 'x' tiempo? Pues saquemos el Barça 2.1, el Barça Bista o el Barça EkisPé. Una versión a medio camino entre el tiki-taka y el resultadismo más rancio y victorioso. El entrenador, está claro, sería Rijkaapello, un modelo híbrido de la escuela italiano-holandesa. Ficharíamos a Van Nistelrooy, Ramos y Diarrá y venderíamos a Xavi, Edmilson y otros peloteros. El Barça cambiaría su nombre a Fútbol Bonito y Rancio Club Barcelona (FBRCB) y en la grada cambiaríamos el "Més que un club" por el "No més d'un gol" (No más de un gol). Laporta debería exigir al staff técnico 45 minutos de buen juego y otros 45 minutos de catenaccio. Si es en la primera o segunda parte queda a juicio del entrenador, a no ser que demuestre poca efectividad en ello. La plebe en la media parte de juego bonito debería silbar a Diarrá por malo y aplaudir a Ronaldinho por sus birguerías y en la otra mitad silbar al Gaucho y aplaudir a los aguerridos guerreros (redundancia al poder) del equipo.

Tema aparte sería la prensa. Entre Sport y Mundo Deportivo deberían decidir, moneda en mano y ante notario, qué diario sería el favorable al tiki-taka y cuál sería el defensor del resultadismo. En cualquier caso, una norma debería regular las portadas a sacar el lunes después del partido. A saber:

  • Si el Barça ha ganado por la mínima: (supongamos que Sport defiende el "la vida puede ser maravillosa, Salinas" y que Mundo Deportivo el catenaccio) Sport saldría en portada con: "¡Pongamos a Rijkaapello en la frontera!" y MD un escueto "Victoria de campeón".

  • Victoria de un pletórico Barça por 4-0: "Golpe de autoridad" (Sport) y Mundo Deportivo se explayaría más con un "¿Para qué tantos? ¡Guardemos un par de goles para los siguientes partidos!".

  • Empate fuera de casa: Sport diría que "Salvamos un punto (¿por qué no está aún Rijkaapello en la frontera?)" y MD "Recorriendo el camino hacia el título".

  • Empate en casa: "Bochorno y ridículo" y "El de negro estorba" (bueno, el segundo se podría aplicar a los dos, aunque me refiero a MD).

  • La derrota no entra en los planes del equipo: ¡un equipo de Rijkaapello nunca pierde!

Esto debería ser siempre así, Laporta, como presidente de la entidad, debería imponerlo a la prensa con un decreto y cualquier titular que no fuera como el redactado aquí arriba acarrearía un mes sin filtraciones a dicho diario sobre las buenas relaciones de Eto'o - Ronaldinho - Van Nistelrooy - Messi y Henry. Los castigos ejemplares harían replantear a esos periódicos su política rebelde y antibarcelonista. Ante todo, unidad del barcelonismo.

Yo lo veo clarísimo. Este Barça aburriría y divertiría a partes iguales y probablemente ganaríamos todos los títulos. La unión de valores entre Madrid y Barça haría vibrar a la grada y enmudecer a los rivales que sólo tendrían que hacer el pasillo en cada jornada y aplaudir a un equipo campeón y señor. Amante del tiki-taka y de encerrarse cuando marca un gol. ¡Visca el Barça 2.1! ¡Visca el FBRCB!

1 comentario:

Csai D. dijo...

Yo he sido un devoto del cambio siempre en todos los aspectos de la vida. De cambios si sabes que tienes posibilidad de éxitos pese a renunciar a tu fórmula existente. Me gustó mucho la frase en la que dices que los culés preferimos una cola de vaca a una victoria etc... Es muy, pero que muy cierto... Yo cuando era pequeño (fui muy bueno jugando al fútbol) le decía a mis amigos que el resultado me importaba un bledo, que ellos de lo que se acordarían serían de mis dribblings. Y así fue... :) Quizás ese sea el ADN de los culés... ¿Has visto la serie Heroes?