jueves, julio 12, 2007

Déjà vu

El ciclo triunfal del Barça podríamos decir que comenzó en enero del 2004, donde el equipo comenzó a carburar y Rijkaard encontró el equilibrio. El equipo estuvo casi toda una vuelta sin perder, pero cuando había esperanzas de alcanzar al Valencia en lo alto de la clasificación, el equipo perdió en Balaidos y las esperanzas de alirón se esfumaron. No obstante, el barcelonismo celebraba feliz - ayudado por el pésimo final de Liga del Real Madrid, que acabó cuarto después de desperdiciar una ventaja de 8 puntos sobre el Valencia que tenía en febrero - la vuelta de su equipo a la élite. Fue una segunda plaza festejada casi como un título, un logro para un equipo desahuciado en el parón invernal, que tuvo a su entrenador en la cuerda floja durante meses.

Laporta y Rossell se pusieron a la obra para construir un equipo ganador para la temporada 04/05. El primero fichó a Eto'o, su gran apuesta personal, el segundo trajo a otro pilar: Deco. Eto'o aportó los goles a un equipo que necesitaba rapidez y fuerza arriba. Deco trajo la consistencia al centro del campo tan necesitada después de la marcha de Davids. Los dos, junto a Ronaldinho, eran las grandes estrellas del equipo, la esperanza del Barça de acabar en lo más alto en una Liga después de 5 años de dura sequía. Existían dudas sobre el rendimiento de Eto'o y del semi-desconocido Deco, del que sólo se sabía su procedencia y que había ganado una Champions.

Podemos decir, a día de hoy, que sin esos dos hombres probablemente el Barça no hubiera levantado la Liga a final de temporada. El camerunés metió 24 goles en Liga y acabó cabreado con Rijkaard porque en los últimos partidos, cuando el Barça ya había ganado la Liga, no le dio suficientes minutos para ser pichichi y bota de oro. En el último partido de la temporada, Forlán con un auténtico golazo que aún recuerdo, desde la frontal y por la escuadra, le arrebataba el pichichi y empataba a goles con el bota de oro europeo, un tal Henry que ahora entrenará con Eto'o, Ronaldinho y Deco. El brasileño nacionalizado portugués posiblemente fue la gran revelación de la temporada. Su trabajo sucio no lució mucho para el público, pero sus famosos goles de rebote le hicieron aparecer en más de un zapping y en todos los resúmenes de final de temporada. Para los expertos, Deco era el gran artífice del Barça campeón; para el público general, Deco era un buen jugador que marcaba de rebote.

Fuera como fuera, lo cierto es que el Barça comenzó su verdadero ciclo victorioso en la temporada 2004/05, después ya conocemos todos lo que pasó: una excepcional temporada 05/06 acabó con otra victoria aplastante del Barça en Liga y con una agónica victoria en la final de la Champions, cuando a menos de un cuarto de hora del final perdíamos 1-0 frente al Arsenal de Henry (o de Campbell). Eto'o empató y Belletti dio la Champions al Barça y otros tantos quebraderos de cabeza a la directiva que lo quería vender. Esta temporada pasada, el Barça, contando probablemente con el mejor equipo de toda la era Rijkaard, fracasó estrepitosamente consiguiendo sólo 2 copas de 7 posibles, y siendo éstas las copas con menos prestigio de todas las que jugaba.

El Barça, esta temporada, comienza un nuevo ciclo. No ha habido revolución, pero sí cambio de mentalidad. Los jugadores ya no mandan, la disciplina - en teoría - se cumplirá y se han hecho otra vez fichajes muy importantes, como en 2004, arriesgando la economía azulgrana en un intento de ganar títulos, como en 2004, después de una corta, pero profunda, sequía de un año sin títulos. Tocará debutar en el Sardinero, contra el Racing. Como en 2004. El Barça triunfal comenzó ganando 0-2 al Racing con goles de Eto'o de penalty que cometieron a Xavi y con un gol de Giuly (hablo de memoria, corregidme si me equivoco). Probablemente el Barça vestirá con su segunda equipación, la azul. Como en 2004. ¿Simple coincidencia?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La gran plantilla del Barça puede ser su gran baza o su gran problema; la mano de Rijkaard será clave para definir nuestro futuro inmediato.

elsavidelcampnou.blogspot.com

Timotín dijo...

Dices que "el Barça, esta temporada, comienza un nuevo ciclo. No ha habido revolución, pero sí cambio de mentalidad. Los jugadores ya no mandan, la disciplina - en teoría - se cumplirá. Dios te oiga, porque de estas dos cosas dependen los éxitos.

Por lo que respecta a Saviola: conejo hablar con lengua de serpiente. Mi esperar que chupe mucho banquillo. Jao.

Indiana Shones dijo...

Pues no ha habido revolución, pero cerca hemos estado. Y aún no doy por terminado el baile de fichajes.

Gudjohnsen no ha demostrado gran cosa y Zambrotta y Thuram han rendido por debajo de lo esperado. Esperemos que los fichajes de este año verdaderamente eleven el nivel.

Cristian Pulina dijo...

La clave del futbol moderno es el mediocampo,y aquí radicará el exito.Si sabemos crear un motor con las piezas que tenemos(que se puede),y nos dejamos de sentimentalismos...todo debería funcionar a la perfección.Pero no me gusta como se están haciendo las cosas este año.Aunque confio en cruyff y sus consejos.

Luis dijo...

@el savi del camp nou

Que gran razón tienes. Los "cuatro fantasticos", así los llaman no?

Pues como madridista esto me recuerda mucho a los "galacticos" (de los cojones jejejeje) y mira lo que pasó.

Eso sí, yo fijo que veré muchos partidos del barça porque, joder qué fútbol puede llegar a hacer.

Saludos al jefe del blog

Luis (madridista infiltrado)

Chus dijo...

GRan post, xals, lleno de nostalgia.

Sobre la camiseta azul, hoy he visto la primera por la calle, a un chavalín rubiales con pinta de pijo que automáticamente mi mente ha calificado como "pequeño cabrón de los cojones puta suerte que te cabe la talla M". X-D

Y es que, corregidme si me equivoco, de mi talla XXXL no las hacen, ¿no? :-P