miércoles, noviembre 14, 2007

Dando tumbos

Cuelgo la carta que envié al Sport hace unos días y que hoy han publicado (bastante recortada, eso sí) y que viene a resumir todo lo dicho esta semana.

Ayer volvió a demostrar nuevamente el Barça que no sabe jugar, no sabe ganar fuera. El equipo - excesivamente - elogiado en casa por su buen juego, sigue fracasando fuera, en los campos donde los expertos dicen que "se ganan las Ligas". El bagaje del Barça fuera de casa, un muy triste 6 de 18, es de equipo pequeño con aspiraciones a entrar en UEFA. Unos números contrarrestados por el pleno en casa, pero que no deben ocultar una realidad: este equipo no funciona. Podemos seguir creyendo en este proyecto, en Rijkaard, en los jugadores. Pero esto no tiene visos de solucionarse, sino que la tendencia es negativa. Llevamos camino de tirar otra liga y la paciencia fuertemente promulgada por unos va cediendo ante las voces que reclaman un cambio que cada día se hace más evidente. Ese cambio no es otro que el del entrenador.

Rijkaard lleva dando tumbos desde que ganó la Champions en París. Allí se le fue Ten Cate, el Yin de su Yang, su equilibrio. Desde ese momento, Rijkaard ha sido una caricatura de él mismo. Proclama una cosa en las ruedas de prensa para acabar haciendo otra en la pizarra. Se autoinculpa del juego del equipo fuera de casa, pero no lo soluciona. Anuncia que tomará medidas, que pensará en algo nuevo, para volvernos a sorprender con lo mismo de siempre. Su fórmula, la fórmula que dio al equipo uno de sus bienios más gloriosos, sino el que más, está agotada y comienza a oler. Ayer fue Laudrup el que se lo comió en el prepartido, el próximo será Valverde. ¿Debemos seguir aguantando algo que sabemos que no funciona sólo por un mero acto de fe? El año de confianza fue el año pasado, este era el año donde el cuerpo técnico debía demostrar que nuestra confianza y paciencia estaba justificada. Y ante eso sólo hay una respuesta: 6 de 18 fuera de casa.

Si el Barça quiere seguir aspirando a la Liga en marzo no puede valerse de la fe para ello. Aquí no hay 'Juntos Podemos' que valgan. El momento adecuado era el junio pasado, pero no por ello debemos obviar que los problemas de setiembre, octubre y noviembre se repetirán en diciembre, enero y febrero. Y como aún no se pueden cambiar a los 22 jugadores a mitad de temporada, habrá que romper la cuerda del extremo más débil, otrora el más fuerte. Rijkaard, has tenido año y medio para reafirmarte en el banquillo blaugrana y, año y medio después, dices que tienes que pensar otra cosa. Lo siento, pero en el Barça no hay tiempo para cavilaciones. No después de 15 meses. Es tiempo de mirar hacia adelante, es tiempo de cambio. Gracias a Rijkaard por los servicios prestados pero en el Barça hay un mínimo exigible, y caer lastimosamente ante el Getafe está por debajo de ese límite. Después del éxodo holandés del equipo, quizá es tiempo de que el banquillo culé hable portugués.

3 comentarios:

Chus dijo...

No niego la posibilidad de que Rijkaard haya agotado (hace tiempo) su ciclo azulgrana, pero querer traerse a Mourinho... ¡uff!

¿Quién es Mourinho? Un tipo que ganó dos Ligas de Mi Barrio y la peor Champions de la historia jugando al 0-0. Un sujeto que ha ganado 2 Premiers en 5 años teniendo a su disposición presupuesto ilimitado, pero que ha fracasado en Europa teniendo al mejor equipo. Un elemento de cuidado que no duda en descalificar a árbitros, periodistas, entrenadores y jugadores rivales cuando las cosas no le salen bien. A Van Gaal, con el mismo currículo y relación con la prensa, pero con infinitamente más respeto por sus colegas y los rivales, le corrimos a gorrazos no hace tanto tiempo.

Desde el punto de vista táctio, Mourinho es el tipo más parecido a Capello que ha parido madre. De hecho, lo supera. El año pasado le quitamos mérito al título del Madrid porque no jugaban bonito, y de hecho acabó destituido. ¿Cómo podemos pedir lo mismo ahora para nuestro Barça?

Mi sueño sería tener a Wenger, un tío que sí sabe enfrentarse a la adversidad de no tener pasta en el equipo y que exprime el talento de la cantera como nadie en el planeta. Imagina lo que podría hacer el francés con el presupuesto azulgrana.

Xals dijo...

Yo no resté mérito a ningún título, y más basándome en el juego del equipo. No importa cómo juegas, importa qué ganas. Y el Madrid de los últimos partidos de Capello dejaba en pañales al Barça, y el Chelsea de las dos primeras temporadas de Mourinho le daba otro baño al equipo de Capello. Creo que el 4-3-3 del Chelsea ha sido uno de los mejores ejemplos que puedes tener de este sistema, sino el mejor.

Wenger está acostumbrado a pasarse años en blanco, aquí nadie se lo permitiría. Además, utilizando tu teoría de Europa, el Arsenal siempre ha caído en las primeras fases excepto el año que el Barça ganó la Champions, que llegó a la final. Y el Arsenal tiene un presupuesto bastante respetable, pero la política de fichajes de Wenger es diferente. Fíjate en cuantos ficha cada año el Arsenal y cuantos de verdad acaban siendo buenos jugadores.

Saludos.

Anónimo dijo...

Importa como ganas, mira si importa que a Capello le echaron incluso ganando. Prefiero a Rijkaard antes que Capello o Mourinho. El fútbol debe enamorar al aficionado. Además, jugando bien se logran más triunfos.

un abrazo.